Cárcel por trabajar de enfermero en una piscina con un título falso de la UVigo

02-02-2023 - www.lavozdegalicia.es
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El intruso presentó en una urbanización de Madrid un papel con la firma del decano de Ourense y del rector

Un joven trabajó como enfermero en una urbanización de Madrid durante una semana en el verano del 2019 y para acreditar una diplomatura presentó un título falso con la firma del decano de la escuela de Enfermería de la Universidad de Vigo, sita en Ourense, donde no había cursado nada ni estaba matriculado. Fue descubierto una semana después de entrar a trabajar como enfermero o auxiliar en una piscina de la Urbanización del Parque de Tebas, en Madrid. El contrato era de tres meses, todo el verano de junio a septiembre, pero el impostor fue detenido en su primera semana de trabajo.

El caso llegó al Juzgado de lo Penal número 3 de Móstoles, que lo condenó a seis meses y un día de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial combinado con un delito de intrusismo. Además, le impuso una multa de 1.080 euros. La sentencia ha sido ratificada por la sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid.

El intruso alegó que la falsedad era burda y carente de todo engaño y que sus contratadores tampoco comprobaron sus credenciales ni le pidieron documentos originales. Añade que su falsedad fue inocua porque solo prestó sus servicios apenas cinco días y nadie reconoció que él lo atendiese en calidad de enfermero pues se limitaba a estar en las instalaciones uniformado.

La Audiencia de Madrid replica que la falsificación no era burda porque llevaba el anagrama de la Universidade de Vigo, el sello del Sergas de Ourense, la firma del director y consta que lo expide el rector de la Universidad de Vigo. El mismo documento asegura que el acusado cursó estudios conducentes a obtener el título universitario oficial de diplomado en Enfermería. «Presentaba la apariencia de tratarse de un certificado oficial expedido por persona competente y, por tanto, cumple la función que buscaba el acusado que no era otra que [...] firmar un contrato de trabajo con la categoría de enfermero», indica el tribunal.

La audiencia madrileña también recuerda que la Universidad de Vigo aportó un certificado conforme el acusado nunca ha estado matriculado en el campus ni cursó allí estudios de Enfermería.

A pesar de que el intruso no llegó a prestar ningún servicio de enfermería, la sala replica que «ello es una cuestión ajena a la consumación del delito pues el acusado se encontraba prestando funciones propias de enfermería». La prueba es que el impostor se presentó ante los policías como un enfermero y su jefe confirmó que trabajaba como tal.

El implicado alegó que sufría un trastorno mixto de la personalidad con pobre control de impulsos pero el tribunal le replica que «eso no le supuso una alteración de su capacidad intelectiva y volitiva» para conocer ni actuar ni existió disminución de su inteligencia ni de la visión de la realidad. Recuerdan que su actuación no fue impulsiva ni irresistible ni irrefrenable ya que planificó su ejecución para obtener un beneficio personal.

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