Juan Manuel Nieblas: «Es necesario duplicar el número de fisioterapeutas del SAS en Málaga»

23-01-2019 - www.diariosur.es
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El presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía dice que en la sanidad pública malagueña debería haber 400 profesionales para hacer frente a las importantes demoras que sufren los pacientes

Pese a que la población necesita recibir asistencia de fisioterapia cada vez más, la sanidad pública malagueña tiene un importante déficit de esos profesionales. Así lo dice en esta entrevista el presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, Juan Manuel Nieblas, que considera que al menos hacen falta 400 fisios en los centros malagueños del SAS, lo que supondría doblar la plantilla actual, para hacer frente a las importantes demoras que sufren los enfermos. Nieblas fue nombrado hace unos días presidente de la Unión Profesional Sanitaria de Málaga (Uprosama) para un mandato de dos años. Uprosama está formada por 11 colegios profesionales sanitarios.

–¿Qué cuestiones y logros destaca desde que el 23 septiembre de 2017 accedió a la presidencia del Colegio de Fisioterapeutas?
–Hemos bajado las cuotas que los colegiados pagan cada trimestre y hemos mantenido todos los servicios. También se han normalizado las relaciones con el SAS, que estaban muy deterioradas. Eso ha hecho que hayamos conseguido 69 plazas de fisioterapia de nueva creación para atención primaria, a las que hay que sumar 200 plazas que saldrán en febrero en la oferta pública de empleo (OPE).

«No estamos en la Champions de las sanidades públicas europeas por el boquetazo que tenemos en atención primaria»

–¿Cuántos fisioterapeutas hay en Andalucía en estos momentos?

–Colegiados que pagan su cuota hay 7.400, de los que 1.450 corresponden a la provincia de Málaga.

–A su juicio, ¿cuántos fisioterapeutas más hacen falta en la sanidad pública de Málaga?

–Calculamos que en Málaga habría que duplicar como mínimo el número 200 de compañeros que trabajan en la pública para llegar al número de 400 fisioterapeutas.

«Que un enfermo neurológico espere tres meses a que el SAS le dé fisioterapia es una barbaridad»

–¿Dónde se registra un mayor déficit de fisios: en la atención primaria o en los hospitales públicos?

–Buena pregunta. El talón de Aquiles nuestro, y de la sanidad pública andaluza, es la atención primaria. No estamos en la Liga de Campeones (Champions) de las sanidades públicas europeas por el boquetazo que tenemos en primaria. Siento decirlo, pero es un desastre. Faltan medios, profesionales, no está claro cómo se accede a primaria, se deriva mucho trabajo a los centros de salud desde los hospitales que no corresponde... Si no se hace un buen trabajo en primaria, se sobrecarga el sistema en los hospitales.

–Ese problema ¿sucede en todas las provincias andaluzas?

–Pasa en todas, pero la situación límite e insostenible, por desgracia, la tenemos en Málaga y Granada.

–¿Hay promesas por parte de la Junta de Andalucía de incrementar la dotación de fisioterapeutas?

–Estamos trabajando en eso. Habrá que ver qué pasa ahora con el cambio que ha habido en la Junta. La consejera Marina Álvarez puso en marcha un plan muy ambicioso en atención primaria. En nuestro caso, hay un acuerdo firmado que el nuevo gobierno no puede incumplir, pero ignoramos qué pasará con lo que estaba en el aire. El compromiso de la Consejería de Salud era revisar todos los años la dotación de la atención primaria para ir incrementado poco a poco el número de plazas de fisioterapia.

«Es un engaño creer que tras hacer un curso de seis meses en una academia se está formado»

–¿Cuál es la situación de la fisioterapia andaluza en sector de la sanidad privada?

–Hay muchos compañeros trabajando de manera privada por la enorme carencia que hay de fisioterapeutas en el SAS. Cuando a una persona le dicen que su madre, tras sufrir un ictus, tendrá que esperar un par de meses hasta que la llamen en la publica, lo normal es que busque de inmediato un fisioterapeuta privado. El problema que tenemos en la privada es que las compañías de seguros son un oligopolio, lo que les permite marcar precios y pagar una miseria: cinco euros por sesión de fisioterapia cuando en la privada se cobra 40 euros.

–¿Cómo están las listas de espera de fisioterapia tanto en los centros de salud como en los hospitales?

–En el dolor crónico, que es lo más prevalente, las demoras son hasta de un año para que un fisio vea al paciente por primera vez. En el caso de los enfermos neurológicos, el tiempo es mejor, en torno a tres meses, pero sigue siendo una barbaridad. Después de un ictus lo que se aconseja en todo el mundo civilizado es que se ofrezca una atención rehabilitación inmediata con la finalidad de evitar secuelas.

–¿Qué otras metas se ha marcado para lo que le queda de mandato como presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía?

–Además de seguir trabajando para conseguir un incremento de profesionales en la sanidad pública y obtener una subida del dinero que pagan las compañías aseguradoras, nos hemos marcado el objetivo de que se frene el número de plazas universitarias de fisioterapia de nueva creación. Se está llegando ya a una madurez del mercado en el que cada año salen de las universidades 400 nuevos fisioterapeutas en Andalucía. Ese ritmo es insostenible, porque de continuar así habría problemas para encontrar empleo de aquí a cuatro o cinco años.

–¿Todo el alumno que termina la carrera de fisioterapia consigue trabajo en estos momentos?

–Tenemos ahora lo que se llama un paro técnico, es decir, por debajo del cinco por ciento.

Lucha contra el intrusismo
–Su colegio es muy combativo en el control del intrusismo profesional. ¿Cómo está funcionando la campaña que pusieron en marcha sobre esa cuestión hace unos meses?

–Esa campaña de publicidad, realizada con Canal Sur, contra el intrusismo ha tenido mucho éxito. Le pusimos el nombre de '¿Te lo crees?', ya que está pensada como una especie de parodia. De ese modo, había anuncios sobre cursos de aterrizador de aviones o de trasplantador de órganos. Y acababa el spot preguntando: ¿te lo crees? Cómo se puede pretender hacer un curso de seis meses para ser masajista profesional y fisioterapeuta. El mayor engaño es que se miente a los chavales y se les hace creer que si pagan 2.000 euros por ese curso ya están formados.

–El intrusismo, además de un engaño para los ciudadanos, supone un riesgo para la salud del paciente por una mala atención, que es todavía más grave.

–Conocemos el caso de un masajista que, tras hacer hizo un curso en una academia, manipulando a una paciente joven, le provocó un ictus y le ha dejado secuelas.

–En caso de duda sobre la cualificación de un supuesto profesional, ¿qué hay que hacer?

–Lo más rápido y mejor, para no complicarse la vida, cuando se va a una consulta es preguntar el nombre del fisioterapeuta y luego entrar en la página web del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía y poner en el buscador el nombre y los apellidos de esa persona y comprobar si está colegiado o no. Así de fácil.

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